Durante nuestra visita a Khamlia, un pequeño pueblo situado junto a las arenas del desierto de Erg Chebbi al sureste de Marruecos y habitado por poco más de 400 habitantes descendientes de antiguos esclavos negros, el grupo “Pigeons du sable” (palomas de arena)nos deleitaron con emotivos cantos y danzas, música gnawa…tan exótica como sus intérpretes.
Estas danzas nos llegaron a emocionar, sobre todo al conocer que esa música significaba una especial manera de seguir recordando el sufrimiento de sus ancestros. Los bailes junto con el sonido de las castañuelas metálicas representan el paso lento y pesado, encadenados por el desierto…el tambor, los brincos y giros, su posterior liberación.
Un enorme abrazo y mil gracias a tod@s, amig@s!!! ;)
·. Vaya vaya... los conozco a todos ellos. Hasta les compré el disco. Y después me fui a dormir a una jaima en el Erg Chebbi. Magnífica foto, por supuesto. Un abrazo puntal .· LMA · & · CR acga = ñOCO Le bOLO = Alfonso
Hola amigo, veo que sigues viajando y compartiendo trabajos de una gran calidad fotografica, estupenda esta y todas las anteriores entradas, un fuerte abrazo.
El fabuloso encuadre de esta foto nos permite detenernos en la emotividad concentrada en el rostro de estos artistas. Lo que nos cuentas nos hace entender su historia y vivencias. Un fuerte abrazo, Ignacio.
En la imagen transmites todo ese sentimiento que renace de la melodía. Has captado un momento muy especial y musical. Qué haríamos nosotros si tus viajes?. Gracias amigo por compartirlos. Un abrazo.
Me gusta la foto y lo que has comentado sobre ella, de momento me han inspirado un cierto temor esas carar tan serias pero tras leer tu comentario se me ha pasado y he "sentido" esa música tan emotiva.Saludos cordiales
Ignacio, veo que has aprovechado muy bien tu viaje a Marruecos, siento no haber comentado como me gustaría, aunque te sigo también en otras redes sociales.
Enhorabuena, el color les sienta estupendamente a esta serie.
Tus maravillosas "miradas" marroquies son un auténtico tratado de como compones una imagen y controlar la luz, da igual que sea en color que en B/N. Chapeau!! Un abrazo Ignacio
Una gran fotografía en la que has recogido un momento de concentración y fervor casi religioso, diría yo, en la interpretación de esa música ancestral. Un abrazo,
Una fotografía excelente, y una danza, que por lo que nos cuentas, nunca se debería de perder para que las nuevas generaciones sepan, que hace muy poquito el ser humano esclavizaba a sus semejantes. Un fuerte abrazo, Ignacio.
Durante nuestra visita a Khamlia, un pequeño pueblo situado junto a las arenas del desierto de Erg Chebbi al sureste de Marruecos y habitado por poco más de 400 habitantes descendientes de antiguos esclavos negros, el grupo “Pigeons du sable” (palomas de arena)nos deleitaron con emotivos cantos y danzas, música gnawa…tan exótica como sus intérpretes.
ResponderEliminarEstas danzas nos llegaron a emocionar, sobre todo al conocer que esa música significaba una especial manera de seguir recordando el sufrimiento de sus ancestros. Los bailes junto con el sonido de las castañuelas metálicas representan el paso lento y pesado, encadenados por el desierto…el tambor, los brincos y giros, su posterior liberación.
Un enorme abrazo y mil gracias a tod@s, amig@s!!! ;)
Un espectáculo único y de mucha fuerza. Muy buena escena captada y con un excelente encuadre. Momentos así no se vive todos los días.
ResponderEliminarBesos
Me guata mucho la luz de esta imagen.
ResponderEliminarUn abrazo, Ignacio.
·.
ResponderEliminarVaya vaya... los conozco a todos ellos. Hasta les compré el disco. Y después me fui a dormir a una jaima en el Erg Chebbi.
Magnífica foto, por supuesto.
Un abrazo puntal
.·
LMA · & · CR
acga = ñOCO Le bOLO = Alfonso
Una vez más una foto muy llamativa, generosa y ricamente matizada.
ResponderEliminarHola amigo, veo que sigues viajando y compartiendo trabajos de una gran calidad fotografica, estupenda esta y todas las anteriores entradas, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarIgnacio la imagen es una pasada, me gusta mucho.
ResponderEliminarsuperbe photo de ces musiciens !
ResponderEliminarmusique gnawa très expressive !
un abrazo Ignacio
Músicos perfectamente alineados y con una iluminación que es una maravilla. La composición es genial con un gran equilibrio. Un abrazo
ResponderEliminarEl fabuloso encuadre de esta foto nos permite detenernos en la emotividad concentrada en el rostro de estos artistas. Lo que nos cuentas nos hace entender su historia y vivencias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Ignacio.
En la imagen transmites todo ese sentimiento que renace de la melodía. Has captado un momento muy especial y musical.
ResponderEliminarQué haríamos nosotros si tus viajes?.
Gracias amigo por compartirlos. Un abrazo.
Me gusta la foto y lo que has comentado sobre ella, de momento me han inspirado un cierto temor esas carar tan serias pero tras leer tu comentario se me ha pasado y he "sentido" esa música tan emotiva.Saludos cordiales
ResponderEliminarIgnacio, veo que has aprovechado muy bien tu viaje a Marruecos, siento no haber comentado como me gustaría, aunque te sigo también en otras redes sociales.
ResponderEliminarEnhorabuena, el color les sienta estupendamente a esta serie.
Un fuerte abrazo, campeón.
Tus maravillosas "miradas" marroquies son un auténtico tratado de como compones una imagen y controlar la luz, da igual que sea en color que en B/N. Chapeau!!
ResponderEliminarUn abrazo Ignacio
Una gran fotografía en la que has recogido un momento de concentración y fervor casi religioso, diría yo, en la interpretación de esa música ancestral.
ResponderEliminarUn abrazo,
Perfecta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupenda foto,Ignacio, me gusta como la has resuelto, buen trabajo.
ResponderEliminarSaludos.
Preciosa imagen donde se refleja el sentir de un pueblo, Marruecos me fascina y cada que puedo lo visito.
ResponderEliminarUn saludo.
...de fabula amigo!
ResponderEliminarEnhorabuena, has captado un excelente momento.
Que te vaya todo bien. Un abrazo.
Ramón
Una fotografía excelente, y una danza, que por lo que nos cuentas, nunca se debería de perder para que las nuevas generaciones sepan, que hace muy poquito el ser humano esclavizaba a sus semejantes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Ignacio.
Me gusta mucho tanto el momento como el encuadre y el enfoque. mUY BONITA
ResponderEliminarUn abrazo Ignacio