Nos invitaron a tomar té en la jaima de una familia nómada, en pleno desierto. El momento era realmente mágico. La sorpresa surgió al ver a esta niña tendida en una manta y enterarnos, por su propia joven madre, que solo tenía 15 días y había nacido allí mismo!!!
Con cierto reparo le pedí realizar una fotografía (no pude resistirme), a lo que accedió amablemente regalándome este momento que comparto.
Hermosa toma. Es increíble en la belleza de los colores en los tejidos que se ven. Hermosa la bebita con quince días. Es un verdadero milagro el que esa bebita pueda criarse en el desierto y sobrevivir a esas temperaturasa. Una foto preciosa. Abrazos
Toda la inmensidad, todo el universo en solo unos centímetros cuadrados. Me gusta como has abierto la mirada por la derecha par que se aprecie el paisaje y como has concentrado toda la atención en la niña que duerme al lado de la madre que solo tiene amor para la pequeña. Inmensa Ignacio, inmensa. Un abrazo
·. Felicidades. Has aprovechado un momento memorable, disfrutado de una experiencia única y... por supuesto, nos regalas una hermosa foto. Un abrazo puntal .· LMA · & · CR
Una fotografía excelente con un colorido muy real y una composición muy acertada al abrir un poco el plano, justo lo suficiente, como para situar la escena en su contexto de aridez y rudeza. Una fotografía que nos retrotrae a nuestros orígenes como especie, antes de que nos convirtieramos en sedentarios, y en la que los ojos de la madre captan toda la atención y dicen: cuidado, aquí estoy yo y velo por ella. Un abrazo,
Nos invitaron a tomar té en la jaima de una familia nómada, en pleno desierto. El momento era realmente mágico. La sorpresa surgió al ver a esta niña tendida en una manta y enterarnos, por su propia joven madre, que solo tenía 15 días y había nacido allí mismo!!!
ResponderEliminarCon cierto reparo le pedí realizar una fotografía (no pude resistirme), a lo que accedió amablemente regalándome este momento que comparto.
Un enorme abrazo y mil gracias, amig@s!!! ;)
Te mira con tranquilidad, confiaba en ti. La foto preciosa como siempre.
ResponderEliminarHermosa toma. Es increíble en la belleza de los colores en los tejidos que se ven. Hermosa la bebita con quince días. Es un verdadero milagro el que esa bebita pueda criarse en el desierto y sobrevivir a esas temperaturasa. Una foto preciosa.
ResponderEliminarAbrazos
Dura esta foto, refleja muy bien la cruda vida de pueblos como ese.
ResponderEliminarUn abrazo
Toda la inmensidad, todo el universo en solo unos centímetros cuadrados. Me gusta como has abierto la mirada por la derecha par que se aprecie el paisaje y como has concentrado toda la atención en la niña que duerme al lado de la madre que solo tiene amor para la pequeña. Inmensa Ignacio, inmensa. Un abrazo
ResponderEliminar·.
ResponderEliminarFelicidades. Has aprovechado un momento memorable, disfrutado de una experiencia única y... por supuesto, nos regalas una hermosa foto.
Un abrazo puntal
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LMA · & · CR
Bella y reflexiva imagen.
ResponderEliminarNo se puede consentir en este siglo, de que haya personas viviendo en estas condiciones.
Besos
Una mirada tranquila pero noto también tristeza.La foto es preciosa y la escena me inspira mucha ternura con la bebita en el suelo.Saludos
ResponderEliminarUf!! Esas miradas siempre me sobrecojen.. Como siempre u explendido trabajo. Un abrazo amigo :)
ResponderEliminarEstupendo el momento y la fotografía, muy buenas también las fotos de las entradas anteriores.
ResponderEliminarSaludos.
Lo dicho anteriormente, un gran momento de ternura, acompañado de buen encuadre, estupenda fotografía.
ResponderEliminarLo tuyo esta claro que es esto. fantástica. Yo lo haría fatal
ResponderEliminarMuy buena toma Ignacio, una foto que no necesita palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un excepcional y entrañable momento, como los que sólo tu sabes captar.
ResponderEliminarUn abrazo Ignacio
Una fotografía excelente con un colorido muy real y una composición muy acertada al abrir un poco el plano, justo lo suficiente, como para situar la escena en su contexto de aridez y rudeza. Una fotografía que nos retrotrae a nuestros orígenes como especie, antes de que nos convirtieramos en sedentarios, y en la que los ojos de la madre captan toda la atención y dicen: cuidado, aquí estoy yo y velo por ella.
ResponderEliminarUn abrazo,